En Colombia, el halloween o mejor, el día de las brujas como criollamente lo llamamos aquí, ha sido una tradición por generaciones. Todos los de mi generación y muchas varias de las anteriores, salieron año tras año disfrazados a pedir dulces, cantando "Triqui triqui halloween..." Violeta no podía ser la excepción.
Esta vez de osita, y otra vez sin comer dulces (no le dieron ni un chocolate que es lo único que le dejan comer sus papás) pero disfruto este día a lo más. Ni siquiera tomó siesta en todo el día, tuvo show de payasos, aunque eso no la cautivó demasiado. Eso sí, no le faltaron fuerzas para correr por todo el parque detrás del leopardo (Santiago) y de Michael Jackson (Felipe).
Remató la noche con fiesta de pijamas donde los abuelos, con sus primos...
