Primavera-Verano 2013, a set on Flickr.
Pasamos una primavera y un verano de maravilla. No es que realmente hayamos tenido vacaciones, o al menos yo no, pero robaba tiempito de cuando en vez a mi trabajo y estudio para estar con mis los chiquillos y con Seba pues el primer año de doctorado apenas si me ocupé de ellos. También tuvimos unas lindas visitas de la familia que además de diversión, nos dieron un descansito a Seba y a mí de la crianza.
Además le sacamos el jugo a la naturaleza que tenemos cerca de nuestro pueblo. Tomás y Violeta casi no salen del agua ya fuera en los distintos lagos y laguitos que tenemos cerca, en las piscinas públicas que adaptan en los parques para pasar el calor o en sus clases de natación. Finalmente conocimos las cataratas del Niágara después de casi un año de estar apenas a 40 minutos de ellas, y también fuimos de campamento por primera vez con los enanos. Se divirtieron como locos durmiendo en carpa, haciendo el fuego todos los días, caminando por el bosque y nadando en el Erie que de no ser porque no sabe a sal, uno no sabría que es un lago...
Ahora ya se vino el frío de nuevo y el ritmo frenético del doctorado también... Aunque un poco menos ahora que terminé los cursos...